Es natural que al final del día luego de haber trabajado duro por tantas horas, experimentemos un gran cansancio en los pies y en ocasiones hasta dolor. Este agotamiento no debe ser ignorado, y hay muchos remedios al alcance de la mano que pueden aliviar estas molestias y reparar dichas extremidades para poder continuar nuestra vida habitual el resto de la semana.
Los baños de pies han resultado ser muy eficaces a lo largo de la historia de la humanidad, pues ofrecen una agradable reparación. En dependencia del tipo de baño, así será el efecto que se logre. Los de sal relajan y eliminan la inflamación de los pies. Los de aceites producen distintas sensaciones.
Algunos tipos de baño beneficiosos para restablecer la salud de los pies:
Baño de polvo de hornear
Cocina media taza de arroz en dos o tres tazas de agua. Agrégale 3 cucharadas de polvo de hornear y utiliza esta crema para remojar tus pies. Esta fórmula elimina el mal olor, pues el polvo de hornear actúa como antibacteriano y reduce la sudoración excesiva. También elimina bacterias y posibles infecciones. Por otra parte, el agua de arroz mejora la circulación.
Baño de sal
Hierve una olla de agua y ponla a refrescar. Añádele media taza de sal común y disuélvela. Pon tus pies en remojo por un buen rato. La sal es muy beneficiosa para la hinchazón de los pies. Al ser hipertónica drena el exceso de humedad de las extremidades.
Baño de lavanda
Hierve 5 litros de agua y deja refrescar. Se le agregan 2 gotas de aceite esencial de lavanda y un cuarto de sal común. Pon los pies a remojar. Es un maravilloso calmante que relaja las piernas totalmente. Brinda una fragancia exquisita.
Baño de menta
Hierve agua lo suficiente para cubrir los tobillos. Cuando se enfríe ponle 3 gotas de aceite esencial de menta, una de eucalipto y una de aceite de limón. Introduce los pies y disfruta del remojo un buen rato. Este baño tiene un efecto rejuvenecedor, relajante y también suaviza la piel.
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